sábado, 7 de enero de 2012

Batalla 6: pareja de Tyrannosaurus vs Ankylosaurus

¡Han venido los Reyes! Os traigo una de las buenas; no quería poner aún esta batalla, pero como hace poco fue el 106 aniversario del descubrimiento del T-Rex y es una ocasión especial, además de que ésta fue una petición del usuario cephalus;pues ahí va este homenaje al rey, esta vez contra un hueso durísimo de roer hasta para sus dientes.


Todos conocemos al Tyrannosaurus, dinosaurio terópodo de la familia de los tiranosáuridos; era el rey de los dinosaurios y el cuarto mayor terópodo. Desde su descubrimiento se le ha retratado de muchas formas diferentes, pasando por un depredador sin limitaciones hasta un carroñero oportunista; pero hoy en día se han encontrado evidencias de que podría ser un depredador muy inteligente y capaz de cazar en grupos familiares y de forma cooperativa. Esa faceta se muestra muy bien en el documental Dinosaur Revolution, cuando una pareja de Rexes colaboran para matar a un Triceratops: mientras el macho le distrae, la hembra se acerca y lo sujeta por una pierna y luego el macho se lanza a su cuello. Con todo esto se cree que el Rex era el dinoaurio depredador más peligroso, pero con sus limitaciones.
El Ankylosaurus, un tireóforo de la familia de los anquilosáuridos, era una presa realmente difícil: todo su cuerpo estaba blindado por una durísima piel (hasta en los párpados), su espalda estaba cubierta además por una coraza ósea con protuberancias, y una maza de hueso extremadamente dura en el extremo de su cola que podía blandir con enorme fuerza (suficiente para destrozar cualquier hueso a un T-Rex). Si a lo anterior le sumamos su gran tamaño, tenemos un carro blindado con vida; pero no todo eran ventajas para este gigante, su cerebro era muy pequeño y sus patas no le permitían moverse rápido, de hecho, se le considera un de los dinosaurios más lentos.
Comparación:


Tyrannosaurus (depredador):




Tamaño: 12-14 m de longitud. 4,5-5 m de alto. 5-7 t de peso.
Ventajas: las mandíbulas más fuertes de todos los dinosaurios, dientes enormes y afiladísimos (capaces de romper huesos), bacterias infecciosas en su saliva, gran fuerza y tamaño, gran inteligencia, visión binocular, muy buen olfato, capacidad de correr a gran velocidad.
Inconvenientes: brazos muy pequeños con garras romas, poca resistencia a la carrera (se cansaba pronto).


Ankylosaurus (presa):




Tamaño: 6,25-9 m de longitud. 2,5-3,5 m de alto. 4-7 t de peso.
Ventajas: gran fuerza y tamaño, piel muy dura y acorazada, una potente maza ósea en la cola, buen oído.
Inconvenientes: gran lentitud, muy poca inteligencia.


La batalla:


Nota: sé que se nota un montón que el segundo T-Rex es un montaje, pero es que no soy ningún genio con el Photoshop y en Internet no hay absolutamente nada de dos T-Rexes contra un Ankylo.


Montana, Estados Unidos, hace 66 millones de años. En unos campos de ceniza, una pareja de T-Rexes andan buscando algo que llevarse a la boca; y se encuentran a la entrada de un bosque exterior, con un pequeño grupo familiar de cinco Ankylosaurus. Dado que están hambrientos ambos depredadores, van a correr el riesgo de atacarlos, así que los observan en busca de algún ejemplar joven, viejo, o enfermo. Su objetivo es un viejo macho en mal estado de salud y bastante apartado del grupo. Ahora el ataque tiene que estar bien coordinado, cualquier fallo, y podrían perder el factor sorpresa, cosa que alertaría a los otros Ankylosaurus y acudirían en ayuda de su pariente, y contra cinco Ankylosaurus no tendrían nada que hacer. Esto es lo que nuestra pareja debe hacer:


- Acecho: deben separarse y atacar desde dos frentes diferentes para confundir a su presa, así que dan un rodeo hasta colocarse en sus posiciones de ataque tras los arbustos; dado que deben evitar la cola del Ankylosaurus, el ataque deberá ser frontal-lateral, por lo que es muy difícil emboscarlo.

- Ataque: el macho T-Rex es el primero en atacar, se aproxima hasta que el Ankylosaurus le oye y se gira hacia él, de modo en que se coloca de espaldas hacia el lugar en el que se encuentra la hembra T-Rex; entonces ella también se acerca hasta que el Ankylosaurus la oye y se gira hacia ella, luego el macho vuelve a acercarse y así sucesivamente hasta que uno de ellos está lo bastante cerca de su confundida víctima para atacar; la hembra T-Rex hace un ataque rápido y el Ankylosaurus responde con su cola, pero ésta lo esquiva y el macho aprovecha para acercarse y sujetarle la cola con sus fauces para que no pueda blandir su maza ósea.

- Matanza: con el Ankylosaurus bien sujeto por el macho T-Rex, la hembra sólo tiene que empujarlo con fuerza hasta tumbarlo boca arriba en el suelo, dejando expuestos sus pocos puntos débiles; en este punto, nuestra pareja sólo tendrá que atacar su cuello y flancos con su mordisco letal.


Y listo, estos dos T-Rex tienen como desayuno de Reyes "Roscón de Ankylosaurus". Siento no haberlo puesto antes de que acabe el año, pero es que entre los deberes y la familia que la tengo a toda reunida (por suerte), aunque también están las viciadas que me he pegao a la Play 3 con el "Assassin's Creed: Revelations", uno de mis regalos, XDXD. Os deseo lo mejor a todos y la próxima batalla será Daeodon vs Hyaenodon.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Desafío 3: Sarcosuchus vs Suchomimus

Bueno gente, siento haber tardado, pero los estudios quitan bastante tiempo, sobre todo si estás en 1º de Bachillerato; pero vengo con novedades como la nueva imagen de título del blog y esta batalla. África tenía montón de posibles batallas entre titanes del Cretácico, así que ahí va otra (además, tu viste una como esta Leo).



El Sarcosuchus era un arcosaurio neosuquio de la familia de los folidosáuridos (los antepasados directos de los cocodrilos), este "supercocodrilo" vivió en la África y Sudamérica cretácicas donde, como sperdepredador que era, compitió por la supremacía con otros titanes como el Spinosaurus o el Carcharodontosaurus (la especie S. Imperator, Africana) y el Purusaurus, Oxalaia, Mapusaurus, Tyrannotitan y Giganotosaurus (la especie S. Hartii, Sudamericana). Debido a su enorme tamaño y fuerza mandibular, era muy capaz de matar y devorar dinosaurios, aunque prefería cazar a los grandes peces con los que nadaba, aunque también atacaba a otros depredadores más pequeños, como el Suchomimus.
El Suchomimus era un terópodo espinosáurido muy similar al Baryonyx de Europa, este era casi tan grande como el T-Rex y mostraba unas espinas vertebrales más largas que en la mayoría de espinosáuridos barioniquianos, lo que hace pensar que podría ser el escalón evolutivo anterior a los espinosáuridos espinosaurianos. Al igual que el Baryonyx, tenía fuertes brazos con garras curvas más alargadas en los pulgares de las manos y unos dientes afilados pero delgados para atrapar peces, aunque se sabe que apresaba a pequeños dinosaurios en época de hambruna, para lo que usaría mayormente sus garras (sus fauces servirían sólo para sujetar).
Comparación: 


Sarcosuchus (atacante):


Tamaño: 12-15 m de longitud. 1,5 m de altura. 5-8 t de peso.
Ventajas: mandíbulas casi tan poderosas como las del T-Rex, piel muy dura (acorazada en la espalda), movimientos ágiles, enorme fuerza.
Inconvenientes: no era muy inteligente, algo lento en tierra (me refiero a caminar).


Suchomimus (víctima):


Tamaño: 11-12 m de longitud. 4,5 m de altura. 3-4 t de peso.
Ventajas: brazos fuertes, garras muy afiladas (especialmente las de los pulgares), dientes afilados, poros en los morros para detectar presas en movimiento bajo el agua (como los cocodrilos).
Inconvenientes: no era demasiado rápido, mandíbulas débiles, complexión relativamente ligera.


Ambos depredadores convivieron en las mismas zonas de pesca, y dado que el Sarcosuchus también cazaba dinosaurios, es fácil pensar que el Suchomimus estaba incluído en su menú; por eso le desafiamos a cazar a un Suchomimus que se encuentra pescando en su zona.


La batalla:


Nigeria, África, hace 115 millones de años a principios del Cretácico. En la orilla del río Niger, en una zona de aguas poco profundas por las que pasan peces de más de un metro, que se dirigen a sus zonas de desove, una hembra Suchomimus está al acecho intentando pescar alguno, acercando sigilosamente sus mandíbulas al agua y cerrándolas como tijeras sobre un pez confiado que se acerque demasiado, se está dando un banquete; pero cada vez que saca un pez del agua para devorarlo, se aleja un poco de la orilla, pero no lo suficiente como para dejar de ser vulnerable. Un Sarcosuchus macho que seguía la migración de los peces, se ha encontrado una presa más apetecible; pero un Suchomimus no es un bocado tan fácil, tiene el tamaño suficiente para plantarle cara al Sarcosuchus y con sus garras podría hacerle retroceder si este perdía el factor sorpresa. Por lo tanto, esto es lo que el Sarcosuhus debe hacer:


- Acecho: debe sumergirse hasta el fondo del río y permanecer inmóvil mientras que la Suchomimus mantenga las mandíbulas bajo el agua, ya que con los poros en sus morros podría detectarlo. Una vez así, deberá esperar hasta que la Suchomimus saque un pez del agua, ya que para devorarlo se pondrá de espaldas al río.

- Emboscada: cuando la Suchomimus se coloque de espaldas al río, el Sarcosuchus deberá emerger lentamente fuera del agua y acercarse lenta y silenciosamente a su presa. Cuando esté a escasos metros de la distraída Suchomimus, deberá lanzarse sobre ella como un rayo (como hizo el de Planet Dinosaur con el joven Paralatitan) y sujetarla por una pierna con sus fauces; si sale bien, la Suchomimus no podrá soltarse ya que no llegará con sus garras a su atacante.

- Matanza: con la Suchomimus atrapada, el Sarcosuchus sólo tendrá que arrastrarla hasta el río y sumergirla hasta que se ahogue, pero deberá sujetarla con firmeza ya que un Suchomimus podía aguantar bastante sin respirar.


Si todo sale bien, el rey de los ríos de la África cretácica, tendrá un manjar digno de su poderío. Hasta aquí la batalla, espero tener más tiempo para el blog ahora que vienen las Navidades; la próxima serán dos T-Rexs vs un Ankylosaurus, en un homenaje al Rex por su reciente aniversario.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

¡El mal ya está aquí!


Aquí está, el Giganorex, un monstruo de 25 metros y 22 toneladas. Su aspecto medio Giganotosaurus medio Tyrannosaurus no es coincidencia, ya que es el fruto de la unión de estos dos superdepredadores; ¿cómo pudo ser esto posible?, os preguntaréis. Resulta que al final del Cretácico había una meseta en el Caribe que, mediante dos puentes de tierra, unía América del Norte con América del Sur; y en ese punto (actualmente sumergido), fue donde este experimento de la naturaleza nació.
Todo esto lo descubrió un colega científico, David Sterns, del cual contaré toda esta asombrosa historia en mi nuevo blog, "En tierra del Giganorex": http://latierradelgiganorex.blogspot.com/

Pero no os preocupéis los que seguís este blog, seguiré publicando batallas como siempre, así que seguid atentos a mis dos blogs.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Batalla 5: Megaraptor vs Amargasaurus

Esta batalla me la pidieron hace tiempo.






El Megaraptor en un principio era conocido sólo por una gran garra curva de 42 cm de largo. La similitud de esta garra con las de los dromeosáuridos, llevó a los científicos a pensar que podría ser un dromeosáurido gigante y fue retratado como un raptor de hasta 10 m de largo y una tonelada de peso, siendo así el mayor deinonicosaurio que haya existido; con ese mismo patrón se creyó que también era rápido y capaz de dar grandes saltos (no tanto como los ráptores pequeños), además de comportamiento social que les permitiría abatir a grandes saurópodos de Sudamérica. Pero un descubrimiento reciente y más completo, revela que era el doble de corpulento, y una mano completa, muestra que la gran garra pertenecía al pulgar de esta y no al del pie; desde entonces, se pensó que podía ser: espinosáurido, carcharodontosáurido o allosáurido. En la actualidad ese debate a concluído, gracias a un neovenatórido australiano conocido como Australovenator; este también tiene garras curvas en las manos y la similitud anatómica con el Megaraptor, llevó a clasificar a este último como neovenatórido. Se cree que vivía en pequeños grupos familiares y cazaría presas de tamaño mediano a grande (incluso saurópodos), usando sus mortíferas garras y dientes afilados; con su nueva represantacíon, su velocidad máxima se ha reducido, pero seguía siendo un ágil y peligroso depredador.
El Amargasaurus era un saurópodo dicraeosáurido de principios del Cretácico que vivió en Sudamérica. Este dinosaurio era pequeño para ser un saurópodo, siendo más o menos tan grande como un elefante africano; pero su rasgo más distintivo son sus espinas: una hilera de espinas que recorría su cuerpo hasta media cola y en el cuello desembocaba en dos hileras que llegaban casi hasta su cabeza; se cree que esas espinas estaban unidas por una membrana de piel formando una vela, como la del Spinosaurus; las espinas más largas se encontraban en su cuello, estas sobresalían de la vela y formaban púas defensivas (de hasta un metro algunas) que junto a su fuerte cola de látigo, constituían sus defensas principales. Vivían en pequeñas manadas que, como todos los saurópodos, andaban en continuo desplazamiento en busca de comida.
Ahora vienen las características de nuestros luchadores:


Megaraptor (depredador):




Tamaño: 8-10 m de longitud. 2-2,5 m de altura. 1,5-2 t de peso.
Ventajas: dientes afilados, garras muy afiladas (sobre todo la del pulgar), gran velocidad, inteligente.
Desventajas: constitución liviana.


Amargasaurus (presa):




Tamaño: 10 m de longitud. 4 m de altura. 8 t de peso.
Ventajas: púas muy afiladas, cola muy fuerte, gran fuerza física debido a su corpulencia, buen oido.
Desventajas: gran lentitud.


La batalla:




Nos encontramos en Chile, hace 90 millones de años a mediados del período Cretácico. Una manada de Amargasaurus recorre un bosque que les llevará hasta su zona de nidada habitual, ya que es la época de cría para los saurópodos. Pero el bosque esconde acompañantes no deseados, hay una hembra de Megaraptor acechando en la espesura; lleva un rato vigilando a la manada en busca de rezagados, y ya ha elegido a su presa: un viejo macho Amargasaurus que va a la cola de la manada y está empezando a quedarse atrás. Pero que sea viejo no significa que esté indefenso, ya que dispone de armas con las que puede librarse de nuestra Megaraptor en segundos; para tener éxito deberá ejecutar su ataque del siguiente modo:

- Acecho: ante todo evitar que el viejo Amargasaurus se ponga en guardia, para eso debe rodear a la manada hasta llegar a ponerse detrás de él, siempre tras la espesura del bosque (si ataca de frente o por los lados, corre el riesgo de que le clave las espinas del cuello, con las que puede herirla de muerte), y después deberá seguir sus pasos sigilosamente y a una cierta distancia.
- Emboscada: debe asegurarse de que su presa no le oiga antes de lanzarse a la carrera, ya que si el Amargasaurus oye sus pisadas, puede preparar su cola para defender su retaguardia (cola con la que podía romper el cuello de un Megaraptor); cuando llegue el momento deberá ir acelerando hasta que llegue a una distancia desde la que pueda ser oída, entonces deberá sprintar a la máxima velocidad para colocarse al lado de su presa antes de que esta pueda reaccionar, para embestirle con todas sus fuerzas y tumbarlo en el suelo.
- Matanza: el impacto con el suelo habrá debilitado al viejo saurópodo, de forma que la Megaraptor sólo tendrá que clavar sus mortíferas garras en el vientre y los costados del maltrecho animal hasta que se desangre.


Hecho esto, el viaje del viejo Amargasaurus habrá terminado entre las garras de nuestra Megaraptor. Y eso ha sido todo por hoy, la siguiente batalla será Sarcosuchus vs Suchomimus y en la próxima entrada habrá una sorpresa especial.

miércoles, 31 de agosto de 2011

El mal se acerca

¿Podéis oír sus pisadas? Ya viene:


Pues parece que mi colega científico no estaba de coña, algo grande se movía en la Sudamérica del Cretácico. ¿Qué será? Muy pronto lo veremos.

lunes, 29 de agosto de 2011

Desafío 2: Carcharodontosaurus vs Spinosaurus

Esta si que es una batalla de titanes, se la dedico a Leo por su gran aventura en la África cretácica.


El Carcharodontosaurus es un dinosaurio terópodo de la familia de los carcharodontosáuridos; aunque supera al T-Rex por sólo media tonelada en peso y un metro en longitud, era todo un monstruo; con unas poderosas mandíbulas con dientes muy afilados, unas garras mortíferas en sus cortos pero fuertes brazos y unas piernas que le permitían moverse más rápido que a nuestro querido Rex, podía cazar a todas las presas de su entorno; normalmente eran de hábitos solitarios (aunque un sólo Carcharodontosaurus podía hacer frente a un Spinosaurus y a un Sarcosuchus, los otros dos superdepredadores con los que competía), a veces se reunían en pequeños grupos familiares y podían llegar a abatir a grandes saurópodos como el Paralatitan; en resumen, este animalito era el rey de la África cretácica. Este animal tuvo la desgracia de sufrir una segunda extinción durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y sus restos se perdieron, pero nuevos y mejores restos se descubrieron posteriormente y se pudo seguir estudiando.
El Spinosaurus es el mayor dinosaurio carnívoro que haya existido, aunque no el más peligroso; al igual que la mayoría de los espinosáuridos tenía un cráneo similar al de los cocodrilos y unos brazos fuertes y largos con una garra especialmente larga en uno de sus dedos; sus mandíbulas eran fuertes pero sus dientes eran demasiado delgados y frágiles para clavarse en la carne más dura, por lo que sus garras eran su arma principal, su estructura corporal sugiere que era buen nadador y que pasaría la mayor parte del tiempo en el agua, ya que se sabe que vivía en selvas pantanosas. Los restos de este titán también sufrieron los efectos de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, pero también se encontraron después nuevos y mejores restos. Desde su descubrimiento, las estimaciones de su tamaño han variado desde 14 metros de largo y 4 toneladas de peso, hasta los 18 metros y ¡21 toneladas!; pero ese peso puede ser exagerado dado que era muy liviano para sus medidas y no tenía masa corporal para alcanzar esa talla. Pero lo que más debate a generado sobre esta criatura son las espinas que recorren su espalda: la mayoría de científicos creen que estaban unidas por una membrana con vasos sanguíneos formando una vela, cuya función sería de termoregulación o para resultar más llamativo; otros creen que esas espinas estaban recubiertas de músculos y servían para almacenar grasa, formando una joroba; pero una joroba le impediría moverse sobre dos patas y no podría cazar, con lo que sería más un estorbo que una ayuda, así que la idea de la vela parece más factible (de modo que no me lo jorobéis al animal, XD). En cuanto a su comportamiento, actualmente se cree que era mayormente piscívoro, debido a su estilo de vida semiacuático, y solo cazaría presas de tamaño medio (no se atrevería con presas grandes dado que era un cazador solitario). Características de los dos:


Carcharodontosaurus (atacante):




Tamaño: 13,5-15 m de longitud. 5 m de altura. 6-7,5 t de peso.
Ventajas: fuertes mandíbulas, dientes muy afilados, brazos fuertes con garras muy afiladas, gran velocidad para su tamaño, movimientos ágiles (mejores reflejos que el T-Rex), buen olfato.
Desventajas: no era demasiado inteligente, su constitución relativamente liviana le hacía vulnerable a fuertes golpes.


Spinosaurus (víctima):




Tamaño: 16-18 m de longitud. 6-7 m de altura. 7-9 t de peso.
Ventajas: mandíbulas fuertes (aunque no tanto como las del Carcharo), garras muy afiladas (una de ellas especialmente larga y capaz de herir de gravedad a un Carcharodontosaurus), buen olfato, podía crear colores bombeando sangre a su vela para resultar más intimidante.
Desventajas: el peso de la vela en su espalda le impedía correr a grandes velocidades y limitaba sus reflejos, era relativamente delgado a pesar de su enorme tamaño (lo que también le hacía vulnerable a fuertes golpes), tampoco era muy inteligente.


Aunque estos dos titanes solían evitarse mutuamente, en épocas de sequía, los desiertos arrasaban las selvas pantanosas de la África del Cretácico, y los depredadores eran forzados a luchar por las presas; por eso, en esta entrada desafiamos a un Carcharodontosaurus a abatir a un Spinosaurus y quedarse con su presa y con él.


La batalla:


Nota: se que no están a escala los dinos, pero es que no hay nada mejor en Internet. Gracias a Spartan por la imagen.


Egipto (África), hace 100 millones de años a mediados del Cretácico. Por aquel entonces, el desierto del Sáhara estaba cubierto de selvas y manglares pantanosos, los desiertos eran más pequeños, pero en las estaciones secas, las selvas se convertían en semidesiertos y los lagos se secaban; los herbívoros más grandes se veían obligados a trasladarse a lugares menos áridos, los animales viejos o enfermos sucumbían, y los depredadores competían por las escasas presas. Un Carcharodontosaurus macho vaga por la aridez buscando comida y agua tras tres días sin lo uno ni lo otro; su búsqueda le lleva al pie de una montaña, en un rincón a la sombra, hay unas grietas por las que se ha filtrado agua y ha caída en un agujero formando un pozo natural; lo mejor es que además de agua y sombra, también hay comida, ya que un viejo Aegyptosaurus yacía a pocos metros del pozo (estaría tan débil que no llegó a probar el agua), pero hay un problema, este tesoro ya ha sido encontrado por un Spinosaurus macho; normalmente, ambos depredadores se evitarían, pero ahora los dos tienen motivos para luchar: comida y agua; el Spinosaurus está dispuesto a proteger su presa y el Carcharodontosaurus a arriesgar su vida por llevarse algo a la boca, por lo que ninguno de ellos cede y comienza la batalla. Esto es lo que debe hacer el Carcharodontosaurus:

- Matanza: debe arremeter contra el Spinosaurus vigilando sus garras, ya que pueden herirlo de gravedad; y en el último momento deberá esquivar al Spinosaurus para quedar a su lado y atacar sus flancos (si puede morderle el cuello mejor) con dientes y garras, soltándolo cada vez que intente rajarle; deberá repetir este proceso hasta que el Spinosaurus pierda suficiente sangre como para que el calor y las heridas infectadas hagan que se desplome.


Hecho esto, nuestro Carcharodontosaurus habrá conseguido un menú de reyes: Spinosaurus asado (por el calor) y Aegyptosaurus también asado, XD; además de agua abundante del pozo en el que se encuentran y sombra. Hasta aquí esta batalla titánica que demuestra que el Spino no lo tenía tan fácil como muestra el documental Megabeasts. La próxima será Megaraptor vs Amargasaurus.

lunes, 15 de agosto de 2011

Batalla 4: Anteosaurus vs Moschops

Otra batalla para romper  un poco con el típico modelo dinosaurio vs dinosaurio.


El Anteosaurus era un sinápsido dinocéfalo de mitad del Pérmico, a diferencia de la mayoría de sus congéneres, este era un depredador (de hecho, era el mayor dinocéfalo carnívoro) y se alimentaba de presas grandes a las que atrapaba en unas fauces dotadas de afilados dientes, entre los que destacaban los incisivos y los caninos por estar especialmente desarrollados; su estructura corporal y la colocación de sus dedos en manos y pies, indican un estilo de vida mayormente acuático, por lo que se cree que sería desde el agua desde donde acechaba a sus presas y las emboscaría cuando se acercaran a beber, como hacen los cocodrilos; a pesar de su estructura corporal y su talla, era bastante ligero de complexión, pero no era muy rápido (por eso se cree que atacaba desde el agua); además su piel estaba especialmente endurecida en su espalda, lo que le protegía de sus adversarios. El Moschops era el mayor de todos los dinocéfalos, pero era hervíboro; tenía las patas delanteras más largas que las traseras (como las jirafas), lo que le daba una gran elevación, pero era bastante lento debido a su gran peso; era muy corpulento y tenía una piel muy dura, podía embestir con fuerza a sus depredadores pero su arma principal era una especie de protuberancia osea en el cráneo similar a las de los paquicefalosaurios (característica de los dinocéfalos tapinocefálidos), con la que podía romper huesos, se cree que los machos competían a cabezazos en sus disputas por las hembras o por el territorio; vivían en manadas para proteger a sus crías de los depredadores. Aquí viene la descripción de nuestros dos luchadores:


Anteosaurus (depredador):




Tamaño: 4,5-5 m de largo. 1,6 m de alto. 500-600 kg de peso.
Ventajas: dientes muy afilados, fuertes mandíbulas, piel resistente, buen nadador.
Desventajas: no era muy veloz en tierra.


Moschops (presa):




Tamaño: 5 m de largo, 2 m de alto y 2 t de peso.
Ventajas: gran fuerza física, piel muy resistente, cabeza muy dura (capaz de matar a un Anteosaurus de un golpe en su craneo).
Desventajas: era bastante lento.


La batalla:




Sudáfrica (lugar donde España fue campeona del mundo por vez 1a, XD), hace 255 millones de años a finales del período Pérmico. Estamos en una selva cerca de un volcán (de momento no hay signos de erupción), en la orilla de una laguna situada en un claro de la selva, hay un Anteosaurus macho bebiendo antes de su baño y un grupo de Moschops pastando entre los arbustos; el depredador también tiene hambre, así que cuando termina de beber se mete en el agua a la espera de que alguna presa se acerque a beber para sorprenderla, la víctima es una hembra Moschops que se acerca a beber. Esto es lo que debe hacer el Anteosaurus:

- Acecho: debe sumergirse y colocarse en posición de ataque, justo donde se encuentra la Moschops bebiendo (no hay problema, ya que bajo el agua pasa desapercibido), una vez allí, deberá permanecer inmóvil mientras prepara su ataque.

- Emboscada: es muy importante que esta parte salga bien, ya que si la Moschops se pone en guardia el Anteosaurus tendrá serias dificultades. El mejor momento es mientras su presa está agachada para beber, ya que tiene menos tiempo de reaccionar; llegado el momento, el Anteosaurus deberá lanzarse contra la Moschops y clavarle los dientes en su cuello para inmovilizar su cabeza.

- Matanza: con la Moschops sujeta por el cuello, el Anteosaurus deberá arrastrarla hacia el agua donde tendrá ventaja, allí deberá mantener la cabeza de su presa bajo la superficie hasta que esta se ahogue.

Hecho esto, solo tendrá que sacar el cadáver fuera del agua para disfrutar su banquete. Eso es todo, la próxima será una batalla de verdaderos titanes: Carcharodontosaurus vs Spinosaurus (a ver Leo si la expongo tan bien como tú, XD).