miércoles, 31 de agosto de 2011

El mal se acerca

¿Podéis oír sus pisadas? Ya viene:


Pues parece que mi colega científico no estaba de coña, algo grande se movía en la Sudamérica del Cretácico. ¿Qué será? Muy pronto lo veremos.

lunes, 29 de agosto de 2011

Desafío 2: Carcharodontosaurus vs Spinosaurus

Esta si que es una batalla de titanes, se la dedico a Leo por su gran aventura en la África cretácica.


El Carcharodontosaurus es un dinosaurio terópodo de la familia de los carcharodontosáuridos; aunque supera al T-Rex por sólo media tonelada en peso y un metro en longitud, era todo un monstruo; con unas poderosas mandíbulas con dientes muy afilados, unas garras mortíferas en sus cortos pero fuertes brazos y unas piernas que le permitían moverse más rápido que a nuestro querido Rex, podía cazar a todas las presas de su entorno; normalmente eran de hábitos solitarios (aunque un sólo Carcharodontosaurus podía hacer frente a un Spinosaurus y a un Sarcosuchus, los otros dos superdepredadores con los que competía), a veces se reunían en pequeños grupos familiares y podían llegar a abatir a grandes saurópodos como el Paralatitan; en resumen, este animalito era el rey de la África cretácica. Este animal tuvo la desgracia de sufrir una segunda extinción durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y sus restos se perdieron, pero nuevos y mejores restos se descubrieron posteriormente y se pudo seguir estudiando.
El Spinosaurus es el mayor dinosaurio carnívoro que haya existido, aunque no el más peligroso; al igual que la mayoría de los espinosáuridos tenía un cráneo similar al de los cocodrilos y unos brazos fuertes y largos con una garra especialmente larga en uno de sus dedos; sus mandíbulas eran fuertes pero sus dientes eran demasiado delgados y frágiles para clavarse en la carne más dura, por lo que sus garras eran su arma principal, su estructura corporal sugiere que era buen nadador y que pasaría la mayor parte del tiempo en el agua, ya que se sabe que vivía en selvas pantanosas. Los restos de este titán también sufrieron los efectos de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, pero también se encontraron después nuevos y mejores restos. Desde su descubrimiento, las estimaciones de su tamaño han variado desde 14 metros de largo y 4 toneladas de peso, hasta los 18 metros y ¡21 toneladas!; pero ese peso puede ser exagerado dado que era muy liviano para sus medidas y no tenía masa corporal para alcanzar esa talla. Pero lo que más debate a generado sobre esta criatura son las espinas que recorren su espalda: la mayoría de científicos creen que estaban unidas por una membrana con vasos sanguíneos formando una vela, cuya función sería de termoregulación o para resultar más llamativo; otros creen que esas espinas estaban recubiertas de músculos y servían para almacenar grasa, formando una joroba; pero una joroba le impediría moverse sobre dos patas y no podría cazar, con lo que sería más un estorbo que una ayuda, así que la idea de la vela parece más factible (de modo que no me lo jorobéis al animal, XD). En cuanto a su comportamiento, actualmente se cree que era mayormente piscívoro, debido a su estilo de vida semiacuático, y solo cazaría presas de tamaño medio (no se atrevería con presas grandes dado que era un cazador solitario). Características de los dos:


Carcharodontosaurus (atacante):




Tamaño: 13,5-15 m de longitud. 5 m de altura. 6-7,5 t de peso.
Ventajas: fuertes mandíbulas, dientes muy afilados, brazos fuertes con garras muy afiladas, gran velocidad para su tamaño, movimientos ágiles (mejores reflejos que el T-Rex), buen olfato.
Desventajas: no era demasiado inteligente, su constitución relativamente liviana le hacía vulnerable a fuertes golpes.


Spinosaurus (víctima):




Tamaño: 16-18 m de longitud. 6-7 m de altura. 7-9 t de peso.
Ventajas: mandíbulas fuertes (aunque no tanto como las del Carcharo), garras muy afiladas (una de ellas especialmente larga y capaz de herir de gravedad a un Carcharodontosaurus), buen olfato, podía crear colores bombeando sangre a su vela para resultar más intimidante.
Desventajas: el peso de la vela en su espalda le impedía correr a grandes velocidades y limitaba sus reflejos, era relativamente delgado a pesar de su enorme tamaño (lo que también le hacía vulnerable a fuertes golpes), tampoco era muy inteligente.


Aunque estos dos titanes solían evitarse mutuamente, en épocas de sequía, los desiertos arrasaban las selvas pantanosas de la África del Cretácico, y los depredadores eran forzados a luchar por las presas; por eso, en esta entrada desafiamos a un Carcharodontosaurus a abatir a un Spinosaurus y quedarse con su presa y con él.


La batalla:


Nota: se que no están a escala los dinos, pero es que no hay nada mejor en Internet. Gracias a Spartan por la imagen.


Egipto (África), hace 100 millones de años a mediados del Cretácico. Por aquel entonces, el desierto del Sáhara estaba cubierto de selvas y manglares pantanosos, los desiertos eran más pequeños, pero en las estaciones secas, las selvas se convertían en semidesiertos y los lagos se secaban; los herbívoros más grandes se veían obligados a trasladarse a lugares menos áridos, los animales viejos o enfermos sucumbían, y los depredadores competían por las escasas presas. Un Carcharodontosaurus macho vaga por la aridez buscando comida y agua tras tres días sin lo uno ni lo otro; su búsqueda le lleva al pie de una montaña, en un rincón a la sombra, hay unas grietas por las que se ha filtrado agua y ha caída en un agujero formando un pozo natural; lo mejor es que además de agua y sombra, también hay comida, ya que un viejo Aegyptosaurus yacía a pocos metros del pozo (estaría tan débil que no llegó a probar el agua), pero hay un problema, este tesoro ya ha sido encontrado por un Spinosaurus macho; normalmente, ambos depredadores se evitarían, pero ahora los dos tienen motivos para luchar: comida y agua; el Spinosaurus está dispuesto a proteger su presa y el Carcharodontosaurus a arriesgar su vida por llevarse algo a la boca, por lo que ninguno de ellos cede y comienza la batalla. Esto es lo que debe hacer el Carcharodontosaurus:

- Matanza: debe arremeter contra el Spinosaurus vigilando sus garras, ya que pueden herirlo de gravedad; y en el último momento deberá esquivar al Spinosaurus para quedar a su lado y atacar sus flancos (si puede morderle el cuello mejor) con dientes y garras, soltándolo cada vez que intente rajarle; deberá repetir este proceso hasta que el Spinosaurus pierda suficiente sangre como para que el calor y las heridas infectadas hagan que se desplome.


Hecho esto, nuestro Carcharodontosaurus habrá conseguido un menú de reyes: Spinosaurus asado (por el calor) y Aegyptosaurus también asado, XD; además de agua abundante del pozo en el que se encuentran y sombra. Hasta aquí esta batalla titánica que demuestra que el Spino no lo tenía tan fácil como muestra el documental Megabeasts. La próxima será Megaraptor vs Amargasaurus.

lunes, 15 de agosto de 2011

Batalla 4: Anteosaurus vs Moschops

Otra batalla para romper  un poco con el típico modelo dinosaurio vs dinosaurio.


El Anteosaurus era un sinápsido dinocéfalo de mitad del Pérmico, a diferencia de la mayoría de sus congéneres, este era un depredador (de hecho, era el mayor dinocéfalo carnívoro) y se alimentaba de presas grandes a las que atrapaba en unas fauces dotadas de afilados dientes, entre los que destacaban los incisivos y los caninos por estar especialmente desarrollados; su estructura corporal y la colocación de sus dedos en manos y pies, indican un estilo de vida mayormente acuático, por lo que se cree que sería desde el agua desde donde acechaba a sus presas y las emboscaría cuando se acercaran a beber, como hacen los cocodrilos; a pesar de su estructura corporal y su talla, era bastante ligero de complexión, pero no era muy rápido (por eso se cree que atacaba desde el agua); además su piel estaba especialmente endurecida en su espalda, lo que le protegía de sus adversarios. El Moschops era el mayor de todos los dinocéfalos, pero era hervíboro; tenía las patas delanteras más largas que las traseras (como las jirafas), lo que le daba una gran elevación, pero era bastante lento debido a su gran peso; era muy corpulento y tenía una piel muy dura, podía embestir con fuerza a sus depredadores pero su arma principal era una especie de protuberancia osea en el cráneo similar a las de los paquicefalosaurios (característica de los dinocéfalos tapinocefálidos), con la que podía romper huesos, se cree que los machos competían a cabezazos en sus disputas por las hembras o por el territorio; vivían en manadas para proteger a sus crías de los depredadores. Aquí viene la descripción de nuestros dos luchadores:


Anteosaurus (depredador):




Tamaño: 4,5-5 m de largo. 1,6 m de alto. 500-600 kg de peso.
Ventajas: dientes muy afilados, fuertes mandíbulas, piel resistente, buen nadador.
Desventajas: no era muy veloz en tierra.


Moschops (presa):




Tamaño: 5 m de largo, 2 m de alto y 2 t de peso.
Ventajas: gran fuerza física, piel muy resistente, cabeza muy dura (capaz de matar a un Anteosaurus de un golpe en su craneo).
Desventajas: era bastante lento.


La batalla:




Sudáfrica (lugar donde España fue campeona del mundo por vez 1a, XD), hace 255 millones de años a finales del período Pérmico. Estamos en una selva cerca de un volcán (de momento no hay signos de erupción), en la orilla de una laguna situada en un claro de la selva, hay un Anteosaurus macho bebiendo antes de su baño y un grupo de Moschops pastando entre los arbustos; el depredador también tiene hambre, así que cuando termina de beber se mete en el agua a la espera de que alguna presa se acerque a beber para sorprenderla, la víctima es una hembra Moschops que se acerca a beber. Esto es lo que debe hacer el Anteosaurus:

- Acecho: debe sumergirse y colocarse en posición de ataque, justo donde se encuentra la Moschops bebiendo (no hay problema, ya que bajo el agua pasa desapercibido), una vez allí, deberá permanecer inmóvil mientras prepara su ataque.

- Emboscada: es muy importante que esta parte salga bien, ya que si la Moschops se pone en guardia el Anteosaurus tendrá serias dificultades. El mejor momento es mientras su presa está agachada para beber, ya que tiene menos tiempo de reaccionar; llegado el momento, el Anteosaurus deberá lanzarse contra la Moschops y clavarle los dientes en su cuello para inmovilizar su cabeza.

- Matanza: con la Moschops sujeta por el cuello, el Anteosaurus deberá arrastrarla hacia el agua donde tendrá ventaja, allí deberá mantener la cabeza de su presa bajo la superficie hasta que esta se ahogue.

Hecho esto, solo tendrá que sacar el cadáver fuera del agua para disfrutar su banquete. Eso es todo, la próxima será una batalla de verdaderos titanes: Carcharodontosaurus vs Spinosaurus (a ver Leo si la expongo tan bien como tú, XD).

viernes, 5 de agosto de 2011

El mal acecha

Como dice el título, el mal acecha, en este caso en forma de rumores de fondo: los pájaros y pterosaurios huyen, la tierra tiembla, el viento arrastra un rugido que parece venido del mismísimo infierno. Todos los animales temen estos avisos, ya que anuncian un horror al que hasta los mayores y más sanguinarios depredadores han aprendido a respetar (me refiero a ceder sus presas). Una sombra se cierne sobre la Colombia prehistórica.


Por el momento dejaré que siga el misterio, pero os adelanto, que un colega mío que es paleontólogo, me ha dado esta información que hace referencia a un hallazgo suyo. Quién sabe, podríamos estar ante una nueva criatura, podría ser simplemente mi nuevo blog, o podría ser una broma muy currada de la que nos estaremos riendo mañana; el tiempo lo dirá...